¿Qué nos deja la muerte?

Melina La Torre
miércoles, 20 de agosto de 2025

"¿Qué sentido tiene la vida si no estás disfrutando el momento? ¿Cómo vas a pensar en el futuro, si capaz esta noche te dormís y te vas en un sueño? Puede pasar. La gente no lo tiene presente. Disfrutá el momento."
Cuando leí que falleció La Locomotora Oliveras, una boxeadora argentina que atravesó con su voz y su fuerza. Luchó por sus sueños, vivió intensamente y supo valorar el aquí y el ahora. Su gran enseñanza fue vivir como si cada día fuera el último. Eso me tocó el corazón, porque era la misma filosofía de vida de Matías, mi esposo fallecido.
Entré a las redes sociales y empecé a leer los comentarios: “Qué injusta es la vida”, “Se fue una gran persona”, “Le quedaba tanto por vivir”, “Era sana, deportista, fuerte”.
Ahí entendí algo: muchas veces quienes parten jóvenes saben cómo vivir la vida, cómo disfrutar cada momento, cómo no engancharse con estupideces.
Me detuve a pensar en eso: la vida es un momento. No importa la edad que tengas. Nos enseñaron que uno muere de viejo, pero la realidad es otra.
Las personas que se van jóvenes son como las flores: aunque no estén mucho tiempo, su presencia embellece el mundo. Y aunque ya no podamos verlas, su semilla sigue viva en nosotros: en los recuerdos, en el amor que nos dejaron, en todo lo que aprendimos de ellas.
"Nacimos para ser felices, pero la felicidad no te la regalan; hay que decidirla, activarla, ser buena persona."
Y entonces me pregunto: ¿qué es la felicidad? Para mí, es un estado de paz. Es el momento en que te sentís vivo, cuando podés ver a tus hijos reír, cuando hacés lo que te gusta.
"No estás nunca solo, nadie está solo. Estás vos con vos mismo."
Esa frase también me llegó. Porque cuando un ser querido se va, sentimos que quedamos solos. Pero en realidad, ese momento nos invita a aprender a estar con nosotros mismos, a conectar con nuestra propia presencia.
"Los problemas se solucionan, todos tienen solución. Qué bueno es tener problemas, son desafíos y te hacen resolverlos. Si no, ¿para qué estás vivo? El que está muerto no tiene problemas."
Admiro profundamente a esta mujer que, con su fuerza y sus ganas, supo vivir el presente.
"No seas pelotuda. Querete, valórate, cuídate… Viví la vida con energía, con ganas, con amor. Abrazá con ganas, hacé el amor con ganas."
Su mirada ante la vida fue su mayor enseñanza. Te invito a que mires la vida y decidas cómo querés vivirla.
Gracias, Locomotora. Nos dejaste mucho más que palabras.
¿Qué nos deja la muerte?

Melina La Torre
20 ago 2025

"¿Qué sentido tiene la vida si no estás disfrutando el momento? ¿Cómo vas a pensar en el futuro, si capaz esta noche te dormís y te vas en un sueño? Puede pasar. La gente no lo tiene presente. Disfrutá el momento."
Cuando leí que falleció La Locomotora Oliveras, una boxeadora argentina que atravesó con su voz y su fuerza. Luchó por sus sueños, vivió intensamente y supo valorar el aquí y el ahora. Su gran enseñanza fue vivir como si cada día fuera el último. Eso me tocó el corazón, porque era la misma filosofía de vida de Matías, mi esposo fallecido.
Entré a las redes sociales y empecé a leer los comentarios: “Qué injusta es la vida”, “Se fue una gran persona”, “Le quedaba tanto por vivir”, “Era sana, deportista, fuerte”.
Ahí entendí algo: muchas veces quienes parten jóvenes saben cómo vivir la vida, cómo disfrutar cada momento, cómo no engancharse con estupideces.
Me detuve a pensar en eso: la vida es un momento. No importa la edad que tengas. Nos enseñaron que uno muere de viejo, pero la realidad es otra.
Las personas que se van jóvenes son como las flores: aunque no estén mucho tiempo, su presencia embellece el mundo. Y aunque ya no podamos verlas, su semilla sigue viva en nosotros: en los recuerdos, en el amor que nos dejaron, en todo lo que aprendimos de ellas.
"Nacimos para ser felices, pero la felicidad no te la regalan; hay que decidirla, activarla, ser buena persona."
Y entonces me pregunto: ¿qué es la felicidad? Para mí, es un estado de paz. Es el momento en que te sentís vivo, cuando podés ver a tus hijos reír, cuando hacés lo que te gusta.
"No estás nunca solo, nadie está solo. Estás vos con vos mismo."
Esa frase también me llegó. Porque cuando un ser querido se va, sentimos que quedamos solos. Pero en realidad, ese momento nos invita a aprender a estar con nosotros mismos, a conectar con nuestra propia presencia.
"Los problemas se solucionan, todos tienen solución. Qué bueno es tener problemas, son desafíos y te hacen resolverlos. Si no, ¿para qué estás vivo? El que está muerto no tiene problemas."
Admiro profundamente a esta mujer que, con su fuerza y sus ganas, supo vivir el presente.
"No seas pelotuda. Querete, valórate, cuídate… Viví la vida con energía, con ganas, con amor. Abrazá con ganas, hacé el amor con ganas."
Su mirada ante la vida fue su mayor enseñanza. Te invito a que mires la vida y decidas cómo querés vivirla.
Gracias, Locomotora. Nos dejaste mucho más que palabras.
¿Qué nos deja la muerte?

Melina La Torre
miércoles, 20 de agosto de 2025

"¿Qué sentido tiene la vida si no estás disfrutando el momento? ¿Cómo vas a pensar en el futuro, si capaz esta noche te dormís y te vas en un sueño? Puede pasar. La gente no lo tiene presente. Disfrutá el momento."
Cuando leí que falleció La Locomotora Oliveras, una boxeadora argentina que atravesó con su voz y su fuerza. Luchó por sus sueños, vivió intensamente y supo valorar el aquí y el ahora. Su gran enseñanza fue vivir como si cada día fuera el último. Eso me tocó el corazón, porque era la misma filosofía de vida de Matías, mi esposo fallecido.
Entré a las redes sociales y empecé a leer los comentarios: “Qué injusta es la vida”, “Se fue una gran persona”, “Le quedaba tanto por vivir”, “Era sana, deportista, fuerte”.
Ahí entendí algo: muchas veces quienes parten jóvenes saben cómo vivir la vida, cómo disfrutar cada momento, cómo no engancharse con estupideces.
Me detuve a pensar en eso: la vida es un momento. No importa la edad que tengas. Nos enseñaron que uno muere de viejo, pero la realidad es otra.
Las personas que se van jóvenes son como las flores: aunque no estén mucho tiempo, su presencia embellece el mundo. Y aunque ya no podamos verlas, su semilla sigue viva en nosotros: en los recuerdos, en el amor que nos dejaron, en todo lo que aprendimos de ellas.
"Nacimos para ser felices, pero la felicidad no te la regalan; hay que decidirla, activarla, ser buena persona."
Y entonces me pregunto: ¿qué es la felicidad? Para mí, es un estado de paz. Es el momento en que te sentís vivo, cuando podés ver a tus hijos reír, cuando hacés lo que te gusta.
"No estás nunca solo, nadie está solo. Estás vos con vos mismo."
Esa frase también me llegó. Porque cuando un ser querido se va, sentimos que quedamos solos. Pero en realidad, ese momento nos invita a aprender a estar con nosotros mismos, a conectar con nuestra propia presencia.
"Los problemas se solucionan, todos tienen solución. Qué bueno es tener problemas, son desafíos y te hacen resolverlos. Si no, ¿para qué estás vivo? El que está muerto no tiene problemas."
Admiro profundamente a esta mujer que, con su fuerza y sus ganas, supo vivir el presente.
"No seas pelotuda. Querete, valórate, cuídate… Viví la vida con energía, con ganas, con amor. Abrazá con ganas, hacé el amor con ganas."
Su mirada ante la vida fue su mayor enseñanza. Te invito a que mires la vida y decidas cómo querés vivirla.
Gracias, Locomotora. Nos dejaste mucho más que palabras.